La margarita es una planta perenne que florece casi todo el año y que puede llegar a alcanzar de 70 a 90 cm de altura. Es un ejemplar que puede emplearse en la decoración. Posee hojas alargadas y de color verde medio y crece llegando a formar grandes matas. Sus flores son grandes, con pétalos de color blanco y centro amarillo.
Es un ejemplar muy utilizado en medicina porque de ella, por ejemplo, se obtiene la tanacetina, una sustancia que en pequeñas dosis combate algunos parásitos del intestino y ayuda a bajar la fiebre. También es vulneriana (cicatriza las heridas y cura contusiones) por lo que podremos usarla para preparar compresas para tratar lesiones de la piel y bajar inflamaciones.
Tiene un sabor ligeramente dulce y se puede consumir en forma de verdura o sopa. Tradicionalmente, las flores se conservaban en vinagre para usarlas luego como condimento y también puede prepararse té con sus hojas.
Asimismo, la infusión de margarita se suele utilizar para estimular el apetito y para purificar la sangre, gracias a sus propiedades depurativas y diuréticas. La infusión se prepara con dos cucharaditas de hojas o flores por taza. Puesto que se puede recolectar todo el año y es tan abundante casi no merece la pena secarla, pero si queremos tenerla siempre a mano deberemos secarla a la sombra.
En la península Ibérica y las Islas Baleares existen cuatro especies diferentes de esta planta oriunda de Europa y perteneciente a la especie de las compuestas
Las margaritas se multiplican por esquejes y pueden plantarse sobre suelos normales en cualquier jardín en los meses de marzo y abril. Florecerán principalmente desde mediada la primavera hasta finales del otoño, momento en el cual se deben cortar los tallos a ras de suelo. Si logramos mantenerla en temperaturas que no oscilen mucho, es decir, entre los 5º C como mínimo y los 16º C como máximo, podremos disfrutar de sus flores durante todo el año.
Es un ejemplar muy utilizado en medicina porque de ella, por ejemplo, se obtiene la tanacetina, una sustancia que en pequeñas dosis combate algunos parásitos del intestino y ayuda a bajar la fiebre. También es vulneriana (cicatriza las heridas y cura contusiones) por lo que podremos usarla para preparar compresas para tratar lesiones de la piel y bajar inflamaciones.
Tiene un sabor ligeramente dulce y se puede consumir en forma de verdura o sopa. Tradicionalmente, las flores se conservaban en vinagre para usarlas luego como condimento y también puede prepararse té con sus hojas.
Asimismo, la infusión de margarita se suele utilizar para estimular el apetito y para purificar la sangre, gracias a sus propiedades depurativas y diuréticas. La infusión se prepara con dos cucharaditas de hojas o flores por taza. Puesto que se puede recolectar todo el año y es tan abundante casi no merece la pena secarla, pero si queremos tenerla siempre a mano deberemos secarla a la sombra.
En la península Ibérica y las Islas Baleares existen cuatro especies diferentes de esta planta oriunda de Europa y perteneciente a la especie de las compuestas
Las margaritas se multiplican por esquejes y pueden plantarse sobre suelos normales en cualquier jardín en los meses de marzo y abril. Florecerán principalmente desde mediada la primavera hasta finales del otoño, momento en el cual se deben cortar los tallos a ras de suelo. Si logramos mantenerla en temperaturas que no oscilen mucho, es decir, entre los 5º C como mínimo y los 16º C como máximo, podremos disfrutar de sus flores durante todo el año.
ros
Además de su aroma, suave y exquisito, las rosas tienen el atractivo de sus hermosas flores y una apariencia elegante que la hace ser la planta más cultivada en parques y jardines de todo el mundo.
Es evidente que las especies de flores grandes son ideales para ser cultivadas en el jardín, y las pequeñas en balcones y terrazas; en compensación, éstas últimas florecen ininterrumpidamente de mayo a noviembre. En la práctica no existen situaciones ambientales, excluida la sombra total, que impidan el cultivo de la rosa. Basta con que el rosal reciba de tres a cuatro horas de sol por la mañana para que florezca regularmente. El rosal prefiere los términos medios; ni excesivo riego ni demasiada sequía. Si se tiene en maceta, conviene regarlo cada 3 ó 4 días; en el caso de que esté en el jardín, una vez a la semana
Su hábitat.- Los rosales se desarrollan mejor en zonas templadas y crecen con más facilidad en condiciones de inviernos fríos y helados, primaveras suaves, y días con mucho sol en verano. Deben estar situados en un lugar con abundancia de luz, calor y humedad. La planta no debe ponerse a favor del viento, ni tampoco a pleno sol. Sin embargo, la versatilidad de la rosa hace que pueda adaptarse a condiciones adversas de temperaturas y cantidades variables de sol y de lluvia. Existen pocos lugares en el mundo donde no pueden ser cultivadas, tales como sitios de permanente sequía o fríos intensos y prolongados.
Es evidente que las especies de flores grandes son ideales para ser cultivadas en el jardín, y las pequeñas en balcones y terrazas; en compensación, éstas últimas florecen ininterrumpidamente de mayo a noviembre. En la práctica no existen situaciones ambientales, excluida la sombra total, que impidan el cultivo de la rosa. Basta con que el rosal reciba de tres a cuatro horas de sol por la mañana para que florezca regularmente. El rosal prefiere los términos medios; ni excesivo riego ni demasiada sequía. Si se tiene en maceta, conviene regarlo cada 3 ó 4 días; en el caso de que esté en el jardín, una vez a la semana
Su hábitat.- Los rosales se desarrollan mejor en zonas templadas y crecen con más facilidad en condiciones de inviernos fríos y helados, primaveras suaves, y días con mucho sol en verano. Deben estar situados en un lugar con abundancia de luz, calor y humedad. La planta no debe ponerse a favor del viento, ni tampoco a pleno sol. Sin embargo, la versatilidad de la rosa hace que pueda adaptarse a condiciones adversas de temperaturas y cantidades variables de sol y de lluvia. Existen pocos lugares en el mundo donde no pueden ser cultivadas, tales como sitios de permanente sequía o fríos intensos y prolongados.

Si existe una planta que no puede faltar en la casa es la Capuchina. Dentro de sus características se destaca que es una planta que no necesita de muchos cuidados.Si se coloca en suelos fértiles o si la tratamos con buenos abonos seguramente aparezcan muchas hojas y pocas flores.Las flores son utilizadas para la cocina y aquí te contamos como hacer una sopa con sus pétalos. Hervir en dos litros de agua algunas verduras.
En el momento que vea que el caldo rompe el primer hervor coloque una taza de pétalos cortados. Lo dejamos cocinar a fuego lento hasta que veamos que las hortalizas están secas. Servir con trocitos de pan tostado.
En el momento que vea que el caldo rompe el primer hervor coloque una taza de pétalos cortados. Lo dejamos cocinar a fuego lento hasta que veamos que las hortalizas están secas. Servir con trocitos de pan tostado.
Me ha gustado lo de que la capuchina se puede comer.
ResponderEliminarEste blog me ha encantado.
Besos a la que lo ha hecho.
tengo un ploblema mi novio no me esta mas conmigo me podeis decir consejos para que me este conmigo
ResponderEliminarponerle seloso
ResponderEliminarmira tienes que ponerle celoso con otro chico o conquistarlo de alguna buena forma
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